lunes, 15 de marzo de 2010



Ulises.




¡Tú!...bellas artes.





Ulises (creativo)










Yo :D


Fotos mías a Color! :D

¡Hola músico! :)


...lo amo...

Masquerade


Adiós máscara.

sábado, 6 de marzo de 2010

Parte7

El ahora mutó y mi relato tango bailó junto a éste.
Aura acariciaba el sillón junto con mi pasto superficial, sus raíces eran ya las únicas en escena, hasta que noche atravesara mi puerta.
¿Escuchas? Rugidos de caucho, euforia de timbres, el eco cantado a modo de chanza, luces que derraman lágrimas, el calor rosa que suave te toca, un millar de tacitas adornadas con leche viviendo en su interior, mi ombligo interno llenándose con nubes, y las cascadas que la flauta derrama. Revolotea tinta natural e mí, arqueros que deslizan carrizos acróbatas para llegar a aquella garita, en donde duerme el papel. El papel era el poder para montarme sobre el fénix y así probar la pimienta con orégano, el acordeón retórico y la tierra que inventa que el mundo es otra cosa y volar como mariposa.
La tierra que da un calor que me deja, brilla por dentro hacía que el nudo rojo en tu garganta exprimiera océanos… la necesidad.
Satisfice todo mi ser al observarme en el sólido líquido, destrocé el hermoso, achacoso y doloroso cordel de vidrio que hacía necesitarte. Aquí me ilumino de amarillo curveado al verte pasar, nada me hace más feliz.

Parte 6

:) ¡hola! después de una muy larga espera al fin aquí está la continuación de los cuentos^^ espero los ponga contentos ;D
¡Se siente lindo volver al blog!

Mi querida exprimió sus ideas, mientras yo me bañaba con ellas.

Ella y yo sacábamos hilos eternos multicolor y nebulosa, proviniendo de nuestras gargantas. Se fue volando, pero antes la abrasé tan fuerte que su silueta remarcó permanentemente la mía.

Las ramas me guiaban camino a treinta y cinco peldaños y una cerradura. Al entrar me deleité con las paredes, las cuales poseían duraznos clavados en serie. Hermosamente en medio de aquel cosmos, de nuevo tú… yaciendo potentemente sobre la tierra. Ahora mi espalda guiñeaba al cielo. Inhalándonos, tus notas me suplicaron: recítame cómo pasó.

Tambores y explosiones, después te devolví las letras:
“Cayendo separados cual lava ardiente, cuerpos formados por agua, troncos, semillas, soles, noche, rojo, percusiones, verde, plumas, piel y planteas enteros.
Tendida y hundida entre las rectas finas, observé el negro absoluto, olía el mundo, escuchaba la orquesta siniestra y amante, probaba las almas existentes del ahora, y sentía el aroma de algo. Fijando mi mirada en el techo, veía estrellarse contra la superficie los seres de este nuevo azul.
Me movía instintivamente, hasta que empecé a ser atraída por una figura onírica. Corría en contra de los gases, la ansiedad de llegar a dicha cosa hacía que cada vello de este cuerpo se inclinara para ayudarme y alcanzar. Volcanes gráciles e internos me envolvían en seda.
Llegué con aquella taciturna figura, usando por primera vez mi caoba, los círculos y de nuevo las medias lunas (me provocaba ardor su danza).
Frente a frente luz neón, mi brazo palpaste para con tu lentitud para asegurarte de que fuera real. Intentaste comunicarte, pero sólo tus labios emanaban aquel bizarro sonido; yo intenté forzarte violentamente a comprender mi músculo… todo en vano.
Gritábamos incontrolablemente nuestros sonidos sin sentido, hasta que callamos al captar lo patético de la situación. La Tierra nos cantaba interminablemente, tinte sangre eran tus líneas sensuales, aparentemente sólo cantabas con ellas…”