[Parte 2 del cuento :) ]
Las moradas rozaban, cureoseando te observaba…tu mirada lejana, que me estremecía, era tan pálida como el color de una manzana. Confundida, sin saber si correr a ti aunque el viento me golpeara o quedarme paralizada observando tu ido perfil. La persuasión de Venus en mí me hizo ir feliz hacia tu cuerpo para charlar con tu mente y, con suerte, palpar tu sentir.
Me senté sobre el océano púrpura a tu lado, observé lo que tú, (en mi visión) una ciudad de tenues colores y tranquila; me volví hacia ti, te sonreí, tus dedos le susurraron letras abstractas pero tiernas a mi mejilla, ésta le devolvió el gesto al teñirse de un pacífico color.
El hablar con los ojos y con la piel no se comparaba con el emitir palabras externas y vacías manifestadas por un dictador. En nuestro lenguaje Galaxia comunicaba a las medias lunas con el café y Gea seducía nuestros cuerpos para encontrarse con Nix. Tu mente se empezó a resistir, mi zapato se desató, procediste a parar… el cambio fue tan brusco que casi deshace tu cara. Golpeaste mi pecho y mi garganta mientras observabas de nuevo la ciudad. Mi ansiedad le gritó a tus oídos, mi desesperación desgarró tu piel hasta hacerla sangrar; mi marea interna iba subiendo cada vez más y más, hasta que sin dolor desperté.
Naranja seguía sobre mí, tragué aire varias veces, asustada, percibí nuevamente tu esqueleto a mi lado y mi cuerpo saltó por la sorpresa. Tú besaste mi rostro y le sonreíste con una pureza infinita, mientras yo expresaba un espeso sentir.
Me calmé, mi sueño había sido el espejo de lo cotidiano… que estaba a punto de cambiar. Cuando mis melodiosas entraron en tu cabeza tú solo expresabas ternura, emanaste palabras junto a mi oreja que me supieron a vainilla.
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